Lo que actualmente es Lomas de Zamora solía ser parte de una cuenca que alimentaba al río que hoy conocemos como Riachuelo, muy importante para los pueblos originarios que vivían en la zona: principalmente guaraníes y querandíes. La división de tierras entre los conquistadores en la segunda fundación de Buenos Aires (1580) desarmó la organización del espacio que había hasta ese momento. Donde antes había una pampa ondulada, con una gran cantidad de fuentes de agua para pescar, un terreno sin fin para cazar y una enorme variedad de especies que aseguraba una alimentación variada ahora pasaban a ser tierras privadas y con el objetivo de transformarlas en productivas. El partido de Lomas de Zamora, antes de la construcción de edificios, ferrocarriles y puentes estaba dividido en dos partes bien diferenciadas geográficamente: una alta (la de Lomas) y otra baja que es el valle del Río Matanza o Riachuelo. Había tres arroyos: el del Rey que era tributario del Riachuelo, y los arroyos Ginocchio y de las Perdices que son tributarios del Río de la Plata.
Para principios del siglo XVIII en esta zona ya había tres grandes estancias: Cabezuelo, San José y Santa Catalina. En esta última, en 1824 se instala la primera colonia de inmigrantes que venían desde Escocia, dedicada a las tareas agrícolas y de granja. Al tiempo estos colonos se dispersaran por Gran Buenos Aires y van a pasar muchos años hasta que el trazado del pueblo de Lomas de Zamora se urbanice. Recién se van a aprobar los planes urbanísticos en 1864, que se refuerza con la llegada del ferrocarril a la zona en 1865. Las tierras de Santa Catalina fueron vendidas a fines del sesenta al estado provincial que poco después decide establecer el primer instituto Agronómico-Veterinario que empieza sus actividades en 1883. En 1886, se va a inaugurar la estación de tren de Santa Catalina, conectando la universidad con el tendido ferroviario. En 1928 se crea el Instituto Fitotécnico, perteneciente a la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), que sigue en pie hasta la actualidad. En 1970, la UNLP le cede parte del terreno a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). En el 2008 la empresa de recolección de residuos Covelia SA, compró aproximadamente 300 hectáreas a la UNLP que habían pertenecido a la laguna, y empezó a desarrollar obras de relleno que comprometen las funciones del humedal.
Santa Catalina cuenta con una amplia variedad de ambientes: pastizal pampeano, bajos y lagunas, relictos de talar nativo, plantaciones forestales, parcelas agropecuarias y sectores del ex Jardín Agrobotánico.
En 1906, la Universidad Nacional de la Plata establece en Santa Catalina un espacio para la formación de peritos agrícola-ganaderos, así como arquitectxs paisajistxs, jardinerxs, horticultorxs, arboricultorxs y cabañistas.
Muchas de las especies plantadas en Santa Catalina eran árboles frutales, forestales y plantas ornamentales. Estas se utilizaban para ofrecer productos caseros como quesos de diversos tipos, dulce de membrillo, crema de batata o conserva de tomate.
El jardín Agrobotánico de Santa Catalina llegó a ofrecer semillas, bulbos y gajos de unas 350 especies de importancia económica, a la vez que mantenía canje con 143 jardines botánicos de 47 países de todo el mundo.
Cecilia Grierson, la primera médica mujer argentina, era nieta de uno de los inmigrantes escoceses que se habían instalado en la colonia.
El jardinero, explorador botánico y ex-director del Jardín Botánico de Edimburgo, John Tweedie, uno de los inmigrantes escoceses de la colonia se dedicó a estudiar la biodiversidad de Santa Catalina, nombrando muchísimas nuevas especies.
La necesidad de preservar Santa Catalina es urgente no sólo por su importancia histórica sino por su riqueza biológica. Santa Catalina es un espacio natural de más de 700 hectáreas en pleno conurbano, es uno de los últimos ecosistemas naturales al sur del conurbano y el más grande, con un humedal con laguna. En la reserva hay cerca de 700 especies de plantas, 160 especies de aves, más de 300 clases de hongos y líquenes. Así como numerosos mamíferos, anfibios, peces, mariposas e invertebrados. En 1961, el sitio fue designado Lugar Histórico Nacional y desde 1981 comprende la Reserva Micológica «Dr. Carlos Spegazzini», que alberga cientos de especies de hongos. Actualmente es Reserva Natural Provincial y Sitio Histórico Nacional.
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Fotografías:
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