Hacia 1900 se instalaron en la zona las primeras familias judías, provenientes principalmente de Rusia y Polonia, y como sucedió con otras colectividades, sintieron la necesidad de reunirse por motivos sociales y religiosos y conservar sus costumbres. En 1910 fundaron en Lomas de Zamora la Asociación y Kehilá Dr. Herzl, adquiriendo en 1912 las tierras donde establecerían el cementerio, que recibió los primeros entierros en 1915. Este sector es el hoy llamado “cementerio viejo”, al que se ingresa a través de un pórtico de estilo neoclásico y donde se encuentran las sepulturas más antiguas. Hacia 1939 la tierra de dicho sector se encontraba casi totalmente ocupada, lo que motivó la compra de un terreno más grande calle de por medio, inaugurándose el “cementerio nuevo” en 1944. En el mismo encontramos un monumento en memoria de las víctimas del Holocausto inaugurado en 1951, así como memoriales a los fallecidos en los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, y otro a los desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. El cementerio, en pleno uso, nos acerca a las costumbres y el patrimonio cultural material e inmaterial de la comunidad judía ashkenazí y es un invaluable sitio de memoria a ser reconocido y valorado.

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Fotografías:
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